Encadenada en la baranda de una estación de Transmilenio de la avenida Jiménez con séptima, en Bogotá, apareció Thelma Koshima Ramírez Rico, de 22 años. La joven lloraba desconsolada en medio de la multitud.
“Quién sabe qué hizo para que la dejaran ahí”, comentó una transeúnte. Al tiempo, un reciclador se acercó a Thelma y, tras percatarse de que las cadenas estaban unidas por un candado, sacó de su mochila una pequeña segueta para liberarla.
–¡Espere, llamemos a la Policía! –exclamó otro.
–Si no va ayudar, mejor quédese callado –contestó el reciclador, mientras cortaba las cadenas de la joven.
Escenas similares se vivieron también en Cali y Pereira, donde mujeres maduras y hombres jóvenes aparecieron encadenados en espacios públicos como parte de una campaña de concientización del Ministerio de Relaciones Exteriores frente al flagelo de la trata de personas, que en los últimos tres años ha afectado a 133 colombianos: 29 hombres y 104 mujeres, que en un 80 por ciento son traficadas para la explotación sexual.
La mujer rescatada por el reciclador es una actriz que se ganó el papel en una de las ‘intervenciones sociales’, como las llama la Cancillería, que irrumpió esta semana en las redes sociales con un video de cuatro minutos –se encuentra en YouTube como ‘Encadenados en lugares públicos’–, que en dos horas fue visto por 3.000 personas.
En promedio, según la producción, pasaron siete minutos antes de que alguien decidiera acercarse a los encadenados en las tres ciudades. En Bogotá, no más de cuatro personas fueron a socorrer a la víctima, mientras que en Cali y Pereira lo hicieron más de 20. En esta última ciudad, el encadenado quedaba libre en unos 15 minutos. En Bogotá, en casi media hora. Y el 70 por ciento de quienes ayudaron eran de estratos 1 y 2.
La liberación por cuenta de personas anónimas es una metáfora que quería usar el Ministerio para mostrarles a los ciudadanos cómo se puede evitar la trata si algún familiar, amigo o vecino de una víctima le hubiera abierto los ojos a tiempo.
“Las víctimas están enceguecidas con ofertas tentadoras de trabajo y de viajes que no son realistas”, dice Javier Higuera, director de Asustos Migratorios y Consulares de la Cancillería.
Una imagen provocadora
La idea de las ‘intervenciones sociales’ era “crear una imagen muy provocadora que tocara la fibra de todos y que invitara a la gente a romper las cadenas”, dice Felipe Forero, director y guionista del video. Para que fuera exitosa la campaña, que se titula ‘Ante la trata de personas, reaccionemos en cadena’, fue fundamental la complicidad de la Policía. Así, los rescates eran espontáneos y venían siempre de gente corriente.
Habrá también cuñas de radio, afiches informativos en aeropuertos y terminales de transporte, y charlas en las regiones donde hay más víctimas –Higuera dice que la mayoría es oriunda del Valle, el Eje Cafetero, Antioquia y Cundinamarca–.
La cabeza visible de la campaña es el futbolista Phil Jackson Ibargüen, delantero de la Selección Colombia 2004 en el Torneo Esperanzas de Toulón, quien fue rescatado de la explotación laboral a la que estaba sometido en el fútbol de Bosnia. Le retuvieron el pasaporte y lo hicieron trabajar durante año y medio cambiándolo varias veces de equipo y sin recibir sueldo.
“Quiero aportar desde mi experiencia para que ningún colombiano pase por lo que me tocó vivir. Esto le puede pasar a cualquier deportista”, advierte Ibargüen, quien regresó en octubre pasado y aún no tiene equipo.
ELVIS MARTÍNEZ BERMÚDEZ
Dado que la trata de personas es una actividad criminal y como tal las organizaciones involucradas operan en la clandestinidad, actualmente no se cuenta con un cálculo absoluto del número de personas afectadas por la trata. A nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo estima que en 2005, aproximadamente 2.5 millones de personas habían sido víctimas de trabajos forzados, de las cuales el 20% habría sido víctima del delito de trata. Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones, estima que anualmente alrededor de un millón de personas se convierten en víctima de este delito. En México, como en el resto del mundo, la trata de personas afecta en su mayor parte a niñas y niños, y mujeres y hombres en edad productiva. De ahí la necesidad de incorporar enfoques de género y los derechos de los niños a los programas de atención para víctimas del delito de trata.
ResponderEliminarConsidero que la trata de personas actualmente se esta utilizando como moneda de cambios a los seres humanos, algo que es realmente triste, por que esta afectando su integridad, la de mujeres niños y hombres jovenes que tampoco se salvan, considero e deberian crear soluciones la gente no puede seguir padeciendo esto, como es posible que las personas que estan encontrando encadenadas en bancas no se den cuenta de quien las esta dejando asi, esto solo es posible por las mismas a mismas autoridades que se hacen de la vista gorda y manipulan las situaciones a su beneficio y a traves de la corrupción.
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