ACCEM es una ONG que trabaja con personas refugiadas e inmigrantes
Llegada de inmigrantes a costas, atención humanitaria y ébola
Desde Accem creemos necesario clarificar algunos aspectos.
A la llegada de personas procedentes del continente africano por mar, a muchas de las cuales Accem está proporcionando ayuda humanitaria, que incluye acogida y atención, se ha unido la creciente alarma por el brote de Ébola que en 4 países de ese extenso continente está causando estragos.
Desde Accem creemos que es necesario clarificar ciertos aspectos ante la posibilidad de que el miedo alimente la xenofobia y genere un clima social que no se corresponde con la realidad.
En primer lugar hemos de recordar que las personas que están llegando a nuestras costas lo hacen tras un largo viaje que llega hasta los 2 años. El virus del Ébola se manifiesta entre los 2 y los 21 días después del contagio. Por está razón, el riesgo de llegada de personas infectadas se produce en aeropuertos, dada la inmediatez de las comunicaciones, y las posibilidades de que alguien infectado de Ébola llegue por vía marítima son muy remotas.
Según la información para viajeros difundida por el ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control) de la Unión Europea el riesgo de verse expuesto al virus es muy bajo y para eliminarlo se ha de evitar el contacto directo con líquidos corporales de un paciente o cadáver, con animales salvajes y protegerse en las relaciones sexuales. Estas son las precauciones en los lugares donde se expande el virus, por lo que consideramos que en nuestro país, donde esa enfermedad no se ha desarrollado, serían suficientes. Además, se advierte de que “el contacto fortuito con personas que aparentemente no están enfermas no transmite la enfermedad. No puede contraer el virus del Ébola por manipular dinero o alimentos, ni por bañarse en una piscina.”
Si bien es cierto que desde la OMS se ha alertado de la emergencia y el peligro de propagación del brote del Ébola, el riesgo está principalmente en los países afectados y limítrofes donde la ayuda internacional coordinada es fundamental para evitar que siga cobrándose más vidas.
En países como España el riesgo de expansión de la enfermedad es muy bajo, tal como han advertido varios expertos e instituciones, y bastaría con tomar las medidas básicas de precaución que ya se están tomando con las personas que llegan en los vuelos procedentes de las zonas afectadas.
Por último, la identificación de toda persona procedente del continente africano con un potencial transmisor del virus vuelve a poner de relieve los errores que a menudo cometemos con las personas inmigrantes y refugiadas al englobar una gran diversidad y heterogeneidad como algo homogéneo e idéntico. África es un gran continente, que tiene 54 países y el brote de Ébola hasta el momento se circunscribe a 4 de ellos: Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona y Nigeria. Y dentro de esta región, sólo aquellas personas que hayan estado en una situación de riesgo podrían sufrir la enfermedad.
Desde Accem hacemos un llamamiento para no estigmatizar a estar personas, que ya están en una situación de extrema vulnerabilidad, y no dejar que el miedo derivado de rumores, informaciones confusas o simple desinformación nos impidan actuar con humanidad.
Desde Accem creemos que es necesario clarificar ciertos aspectos ante la posibilidad de que el miedo alimente la xenofobia y genere un clima social que no se corresponde con la realidad.
En primer lugar hemos de recordar que las personas que están llegando a nuestras costas lo hacen tras un largo viaje que llega hasta los 2 años. El virus del Ébola se manifiesta entre los 2 y los 21 días después del contagio. Por está razón, el riesgo de llegada de personas infectadas se produce en aeropuertos, dada la inmediatez de las comunicaciones, y las posibilidades de que alguien infectado de Ébola llegue por vía marítima son muy remotas.
Según la información para viajeros difundida por el ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control) de la Unión Europea el riesgo de verse expuesto al virus es muy bajo y para eliminarlo se ha de evitar el contacto directo con líquidos corporales de un paciente o cadáver, con animales salvajes y protegerse en las relaciones sexuales. Estas son las precauciones en los lugares donde se expande el virus, por lo que consideramos que en nuestro país, donde esa enfermedad no se ha desarrollado, serían suficientes. Además, se advierte de que “el contacto fortuito con personas que aparentemente no están enfermas no transmite la enfermedad. No puede contraer el virus del Ébola por manipular dinero o alimentos, ni por bañarse en una piscina.”
Si bien es cierto que desde la OMS se ha alertado de la emergencia y el peligro de propagación del brote del Ébola, el riesgo está principalmente en los países afectados y limítrofes donde la ayuda internacional coordinada es fundamental para evitar que siga cobrándose más vidas.
En países como España el riesgo de expansión de la enfermedad es muy bajo, tal como han advertido varios expertos e instituciones, y bastaría con tomar las medidas básicas de precaución que ya se están tomando con las personas que llegan en los vuelos procedentes de las zonas afectadas.
Por último, la identificación de toda persona procedente del continente africano con un potencial transmisor del virus vuelve a poner de relieve los errores que a menudo cometemos con las personas inmigrantes y refugiadas al englobar una gran diversidad y heterogeneidad como algo homogéneo e idéntico. África es un gran continente, que tiene 54 países y el brote de Ébola hasta el momento se circunscribe a 4 de ellos: Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona y Nigeria. Y dentro de esta región, sólo aquellas personas que hayan estado en una situación de riesgo podrían sufrir la enfermedad.
Desde Accem hacemos un llamamiento para no estigmatizar a estar personas, que ya están en una situación de extrema vulnerabilidad, y no dejar que el miedo derivado de rumores, informaciones confusas o simple desinformación nos impidan actuar con humanidad.
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